Psicoanalíticamente las parafilias son consideradas "perversiones", éstas son algunas costumbres no comunes que tienen algunas personas, pueden calificarse de buenas o malas según el criterio de cada cual.

Este articulo no pretende adjetivar a las parafilias el lector hará su propio juicio.

"Parafilia" proviene del griego "para" = junto a; "filein" = amar.

La etimología alude a un amor paralelo a la forma convencional. En efecto: el sexo convencional es heterosexual, coital, con finalidad declarada procreativa y en general con el hombre en posición del misionero (encima de la mujer).

Las parafilias incluyen algunas de estas posibilidades:
- Objetos humanos;
- Infligir sufrimiento o humillación a sí mismo o a la pareja;
- Involucrar a prepúberes o personas que se resisten a la propuesta sexual.

Estas fantasías o estímulos específicos son requisito indispensable para que el individuo parafílico logre excitarse y llegue al orgasmo.
A veces, con su pareja, emplea su imaginación erótica para poder funcionar sexualmente. En ocasiones, logra la complicidad de su acompañante quien, por ejemplo, juega a trasvestirse o trasvestirlo para que pueda desarrollarse la actividad sexual habitual.
En vivo o en diferido, las imágenes parafílicas acompañan al individuo, quien puede tener un mayor o menor control de su conducta sexual, según las características de su yo fuerte o débil.

En tal caso, su parafilia será:
- leve, ocasionalmente expresada;
- moderada, implica mayor manifestación de la conducta;
- severa, si lo lleva a niveles de compulsión.

Esta compulsión a veces implica que el individuo parafílico comete actos delictivos, cuando su parafilia es asocial.
Así, el exhibicionista mostrará sus genitales a la gente por sorpresa; el necrofílico violará cadáveres. El paidofílico espiará, tocará o abusará de los niños o les hablará sobre la sexualidad en términos inconvenientes para su edad, o les pedirá que le muestren los genitales. El sádico sexual producirá deliberadamente dolor a su víctima y en ello residirá su placer.

Para que una conducta sea considerada parafílica debe haber tenido sus antecedentes en la niñez y la pubertad. Estudios revelan tempranos estímulos visuales, auditivos o táctiles que por razones variadas adquirieron un particular significado para cada individuo.

Las parafilias son un deseo incontrolable por la persona ya sea de realizar la actividad erótica o únicamente fantasear, excitándose al pensarlo, muchas veces la persona tiene sentimientos de culpa y angustia una vez llevada a cabo la parafilia en actuación o en fantasía.

Entre las parafilias consideradas como delitos están la paidofilia y la necrofilia, otras parafilias son consideradas como faltas administrativas o menores ante la ley, no siendo así visto por la persona que lo sufre y, como el frouterismo y el exhibicionismo y otras que no dañan a terceras personas estando ambos miembros de la pareja de acuerdo y disfrutando de esa manera de ejercer su sexualidad, como el fetichismo o la urofilia y muchas más.

Las parafilias se van transformando debido a los cambios que hay en las sociedades, es decir, cuando apareció el teléfono surgió una nueva parafilia que antes de la invención del mismo no existía, que es el realizar llamadas obscenas,(escatología telefónica) lo mismo sucede con la computadora y otros medios. Por otra parte las relaciones sexuales con animales son prácticas realizadas como un inicio de la vida sexual en personas del campo, y no son consideradas como algo malo, en cambio en personas que viven en las ciudades, esta actividad puede considerarse como una enfermedad mental.

Hasta hace no poco tiempo se consideraba desviado todo acto sexual que no fuera la penetración del pene en la vagina. La liberación sexual de los años sesenta y los adelantos de la sexología han contribuido a enmarcar en este concepto a situaciones mas concretas y delimitadas.

Últimamente algunos sexólogos han planteado la idea de llamar inadecuaciones sexuales a aquellas parafilias que se dan entre personas adultas, de mutuo acuerdo y que no producen daños graves ni escándalo público.

Se han tipificado 138 parafilias, y cada vez hay más.

Veamos algunas variantes y su significado:

Acrotomofilia.- La excitación sexual y la posible llagada del orgasmo depende de que la pareja esté amputada. En la película “La edad de oro”(L'Âge d'or)(1930), de Luis Buñuel, hay una escena que muestra esta parafilia.

Agalmatofilia.- una estatua o el modelo desnudo de una persona representan el estimulo sexual. El mito griego de Hiperión (artista que esculpió a una mujer y se enamoro de ella) es un ejemplo de ello.

Autoasesinofilia.- Protagonizar una muerte masoquista de sí mismo por asesinato es necesaria para llegar al orgasmo.

Autonepiofilia o infantilismo parafílico.- Ponerse unos pañales o ser tratado como bebé por la pareja son requisitos indispensable para que se dé la excitación sexual y se facilite el orgasmo.

Biastofilia o raptofilia.- La excitación erótica se deriva del hecho de atacar sorpresivamente o asaltar violentamente a una persona aterrorizada y desconocida.

Clismafilia.- El placer sexual se logra por la realización de enemas.

Coprofilia.- Es el deleite y placer sexual que le ocasiona a la persona que la pareja se defeque en ellos durante el acto sexual.

Crematistofilia.- Ser obligado a pagar alguna cantidad de dinero o ser robado por la pareja sexual constituyen los ingredientes esenciales para que el orgasmo ocurra.

Efebofilia o adolescentismo parafílico.- Para que la excitación sexual se presente es fundamental que la pareja se encuentre en la etapa pospubertad o adolescente.

Escatología o Escatofilia Telefónica.- Quien no ha recibido más de una vez alguna llamada con fuerte contenido erótico, quien llama sufre de esta parafilia.

Estigmatofilia.- La excitación depende de que la pareja tenga un tatuaje, cicatriz o perforaciones en el cuerpo, particularmente en los genitales.

Exhibicionismo.- Es la parafilia por la cual la persona tiene deseos de exhibir sus genitales y el placer sexual lo obtiene mediante la masturbación posterior a su exhibición, además le causa una excitación importante la reacción de su víctima de asombro, sorpresa o miedo. También se les ha considerado "violadores a distancia".

Fetichismo.- Consiste en la excitación por fantasear, tocar o en vestir con ropas del género opuesto. Esta parafilia la pueden tener hombres heterosexuales.

Formicofilia.- El contacto con pequeños animales, como hormigas y caracoles – que se pasean en los pezones, genitales y área perineal-, constituye excitante y probablemente conduzca al orgasmo, eso sip hay que tener cuidado con las infecciones genitales que algunos animales pueden probocar en la piel.

Froteurismo.- Es el gusto y excitación caracterizado por frotar el pene contra las nalgas o bien el cuerpo de una mujer. Esta parafilia es fácil de llevar a cabo en lugares públicos y concurridos como el metro. En esta parafilia la persona, casi exclusivamente hombres, necesitan de objetos no vivos ( ropa, cabellos, uñas ) o parte de la persona (pies, cola, manos) deseada para lograr la excitación sexual, la masturbación y el coito, la conocida "chaqueta mental".

Gerontofilia.- El hecho de que la pareja tenga la misma edad que los padres o los abuelos es necesario para que se dé la excitación sexual y, por consiguiente llegar al orgasmo.

Hibristofilia.- La excitación depende de saber que la pareja ha cometido un crimen, como una violación u asesinato. Generalizada entre los libertinos personajes del marqués de Sade.

Hipoxifilia o asfixiofilia.- Esta consiste en la excitación que le provoca a la persona presentando asfixia, a algunos se les pasa la mano y mueren.

Hifefilia.- Tocar, rozar o sentir la piel, el cabello el cuero y el tejido de la ropa de la pareja- especialmente el próximo a las zonas erógenas- es fuente de placer sexual.

Juvenilísimo parafílico.- Consiste en comportarse como una persona en su etapa juvenil y ser tratada como tal por su pareja. Esta representación es básica para que surja el deseo sexual.

Kleptolagnia.- El hecho de robar constituye una gratificación erótica, Julieta, personaje principal de la novela “Julieta , o el vicio ampliamente recompensado”, del marqués de Sade, adquirió una gran fortuna gracias a esta parafilia.