Originalmente, Desechables fue un quinteto originario de la población de Vallirana (Barcelona) formado a principios de 1981 por cinco jóvenes adoradores de la estela pre-punk de Iggy Pop: Jordi Solá Dei Pei, Miguel González No, Tere González, Siscu y Jaime. Por aquella época, el primero era el encargado de aporrear una caja y un plato de una batería, mientras que el segundo desgarraba confusos acordes de una destartalada guitarra eléctrica, recayendo en los tres miembros restantes la labor de vocalistas del combo. Muy poco tiempo después el núcleo inicial se vería reducido a tres componentes, erigiéndose Tere Desechable con tan sólo 14 años- ya como única vocalista y figura principal del trío; algo a lo que sin duda ayudaron la tremenda energía y el desbordante sex-appeal que poseía la cantante. Así pues, con un bagaje musical que se reducía a su condición de espectadores en los conciertos de Ramones e Iggy Pop celebrados algunos meses antes en Barcelona, amén de haberse pasado días enteros asimilando las grabaciones de los Stooges, el trío de Vallirana se lanzó a una vorágine de ensayos que se vieron repletos de primerizas revisiones de The Cramps. Desechables debutó en directo en su pueblo a principios de 1982, y tras registrar sus primeras maquetas y efectuar algunos conciertos en Barcelona logró captar la atención de la nueva discográfica independiente Flor y Nata, que inmediatamente negoció con el trío la grabación de un primer disco. Pero fue finalmente el sello independiente punk Anarchi Records quien editaría el debut de Desechables: una cassette con ocho canciones incendiarias y de ejecución despreocupada que logró levantar pasiones en el emergente panorama punk estatal. El sello lanzó una edición limitada a 500 copias que se rápidamente se agotó; la cinta también llegó a Madrid despertando el interés de los locutores de Radio 3 y de Esteban Torralva, uno de los responsables del sello independiente madrileño Tres Cipreses, que entusiasmado con el salvaje sonido del grupo le propuso la grabación de un single. De esta forma, en el verano de 1983 se editaría un sencillo con los temas La oración, Destruye y mata y El peor Dios, tres cortes de rocknroll infernal producidos por el crítico musical de la revista Rock Espezial Jaime Gonzalo con la ayuda de Sabino Méndez, guitarrista del grupo barcelonés Loquillo y Los Trogloditas. Tiempo más tarde, cuando se cumplía un año de la muerte de su guitarrista, Desechables volvió a la carga con energías renovadas y rindió cuentas pendientes con el público madrileño. Para entonces, Marcelo El Enano, un hermano de Miguel, ocupaba ya el lugar de éste en el grupo; además la formación se había ampliado a cuarteto con la incorporación de Carlos. Los nuevos Desechables se presentaron el 29 de diciembre de 1984 en la sala Rock-Ola y rescataron ocho piezas de aquella sesión para ser editadas al año siguiente en forma de mini-elepé por el sello Tres Cipreses bajo el título genérico de Buen Ser-vicio. A pesar de que este trabajo estuvo producido por Esteban Torralva y el propio grupo, un nefasto prensaje del vinilo imposibilitó que aquél lograse reflejar la crudeza real de su directo; aunque piezas como En el infierno, El baile de la muerte, la particular versión del Fever de Elvis Presley y otros temas innovadores como La planta se convirtieron rápidamente en objeto de culto. Asimismo, la erótica cubierta del nuevo disco -que rezumaba literalmente sexualidad dura- tampoco pasó desapercibida para un público que en 1985 agotó rápidamente la primera y única tirada de aquel trabajo. El año 1988 supuso un gran cambio en la filosofía de Desechables. El grupo se ampliaba con la incorporación por primera vez en su trayectoria de un bajista, Jack; además Ángel Altolaguirre y Charly entraban como miembros fijos del combo. De esta forma Desechables registraba para el sello Grabaciones Interferencias de Zaragoza el elepé Amor Pirata, sin duda, un trabajo más profesional y elaborado que lo anteriores. De este álbum destacaron temas como la versión de Otis Blackwell Labios ardientes, su clásico Vampiro o la rabiosa Fuera de la ley, y de él se extrajo un single con los temas Es peligroso y Amor Pirata, las canciones más fácilmente digeribles del mismo. Además, el grupo contó con la colaboración guitarrera de dos primeros espadas rockeros como Jaime Stinus y Javier Castro. Por primera vez Desechables se vio presente en una lista de radio-fórmula comercial, aunque tan sólo fuese durante una semana. Poco después Altolaguirre abandonará el combo para dedicarse en exclusiva a su propio proyecto, Ángel y Las Güays, siendo finalmente sustituido por Raúl. Paradójicamente, con la consolidación de la profesionalidad comenzó a declinar el espíritu de la banda, que pronto encontró a sus miembros disgregados entre Barcelona (caso de Tere, Jack y Marcelo) y Zaragoza (Pei, Charly y Raúl) reuniéndose sólo para ensayar en ocasiones muy puntuales. Además, su cantante comenzaba a desarrollar una firme carrera como modelo publicitaria y actriz, rodando por aquellas fechas el largometraje Un negro con saxo, del cineasta Francesc Bellmunt. Por su parte, Marcelo formó su propia banda, Marcelo y Las Locas. De esta forma, antes de concluir la década de los 80, Desechables acabó desapareciendo ante los nuevos proyectos vitales y profesionales de sus componentes. Algún tiempo más tarde Tere Desechable regresó a los escenarios y emprendió una prolífica trayectoria musical al frente de Raiser, una banda de rock duro conformada por ex componentes de grupos punks como Wom-A2, Último Resorte y GRB con la que registró un puñado de discos durante los años 90. extraido de: popes80.com
Pablo Martínez Vaquero
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Abre tus manos y recorre
la onda vibrante de mi cuerpo.
Vuela muy alto, sumérgete dentro,
en el suave cielo, y navega entonces,
en sensual arranque, entregando todo,
actitud sublime, sin pensamiento.
Los ojos cerrados pero un mundo abierto.
Mundo nuestro, sólo nuestro.
Los ojos cerrados, sentidos abiertos.
Escuchando el silencio
que al borde hace coro.
Tocando las nubes
que al borde hacen lluvia.
Descubrirte...
Descubrirme...
Contempla la piel y
dime sin voces lo que sientes